"Que burda y estúpida mentira me hice creer a mí misma.
Antaño creí supurar angustia por todos mis poros.
Antaño creí que mi vida no era más relevante que un puñado de ceniza
Antaño creí que mi vida no era más relevante que un puñado de ceniza
-¡El dolor no vive más que en nuestros sueños…! En nuestros miedos,
En nuestra prisa
por hacer huidiza la vida.
En nuestra prisa
por hacer huidiza la vida.
Ahora que hay alguien con la mano tendida y se vuelve sosegado el viaje,
la ventura sumisa,
entiendo que confundí al dolor con la brisa…
Y no era más que eso:
la ventura sumisa,
entiendo que confundí al dolor con la brisa…
Y no era más que eso:
Burda mentira que me hice creer a mí misma.
Ahora veo que son falsas las heridas.
Del alma, pura pantomima.
Del alma, pura pantomima.
No son más que cobarde refugio para almas abatidas;
si hay amor en nuestras vidas,
si hay amor en nuestras vidas,
No existen las heridas."